Según la federación estatal de asociaciones de
profesionales de atención temprana, se entiende por atención temprana al
conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno,
que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades
transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su
desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que
deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo
de profesionales de orientación interdisciplinar o interdisciplinar.
La atención temprana se considera importante porque
es la base de todo desarrollo, según la lectura de la justificación de la intervención
temprana, a la fecha, existen documentos que demuestran que la atención
temprana puede prevenir la malnutrición, el retraso en el desarrollo cognitivo
y la preparación insuficiente para la escolaridad. Se ha comprobado que la
mitad del potencial de inteligencia de la persona está desarrollada a la edad
de 4 años, lo cual quiere decir que si un niño recibe una buena atención en sus
primeros años puede que tenga un efecto sobre su intelectualidad, la
personalidad y el comportamiento social.
Por otro lado es de suma importancia que se invierta
en la infancia, ya que, como muchos países más avanzados ya hicieron, al
invertir en la infancia están dando una mirada a largo plazo, es decir, saben
que al pasar de los años los ahora niños serán adultos más capacitados para el
mundo globalizado en el que vivirán. Un niño que tiene una buena intervención
durante su infancia se desarrollará de manera adecuada y crecerá para ser una
persona más autónoma, con buen autoestima, una persona social.
Dentro de la atención temprana es necesario que se
toquen temas de nutrición para los padres, ya que sin bien un niño tiene un
ambiente enriquecedor y el apoyo de su familia, si no cuenta con una buena
nutrición no podrá aprovechar todos los elementos que puedan presentársele, ya
que el niño no tendrá la energía que se requiere que tenga un niño de su edad.
De mismo modo sería si cuenta con una buena nutrición, pero no con un ambiente
enriquecedor, para que un niño pueda desarrollarse adecuadamente debe contar
con todos los elementos necesarios, tanto nutrición, buen ambiente y el apoyo
de la familia. Se sabe que la participación de los padres en la educación de
sus hijos es decisiva para el éxito perdurable desde el comienzo. (Zigler y
Muenchow 1992).
Cuando los niños cuentan con buena educación y buenos
profesores no se verán tan frustrados si presentan problemas en el estudio, ya
que si se tiene un buen comienzo se verán más confiados al preguntar o al
desarrollarse en clase tanto con el profesor como con los mismos estudiantes,
entonces habrán menos deserciones, menos repetición y un mayor nivel de
matrícula.
Según la lectura de justificación de la intervención
temprana el Perú y la india se encuentran entre los pocos países en desarrollo
que han establecido una política nacional sobre la educación del niño. Esta
política amplió la responsabilidad del ministerio de educación a los niños
menores a cinco años, estableció centro preescolares y empezó a experimentar
con programas de educación de los padres, brindando apoyo a iniciativas locales
que incluyen educación infantil.
Queda claro que es necesario que haya una mayor
inversión en la atención temprana, ya que su importancia es notable, la mejor
inversión que puede hacer un país es invertir en su infancia, ya que está será
la futura población y será la que pueda sacar un país adelante.
Escrito por Daniela Yaipén Ayca